A quien corresponda:
Quizás yo ya te conozco, así como tú a mí. Puede que sólo seamos amigos o conocidos o compañeros o, simplemente, dos extraños que se mastican pero no se pasan. Puede que aún no nos conozcamos, aunque puede que ya nos hayamos visto o cruzado en alguna calle, caminando hacia rumbos distintos sin pensar en ese sujeto X que pasó por mi lado. También cabe la posibilidad de que jamás en la vida nos hayamos visto y nos encontremos en lugares totalmente distantes, en sitios opuestos geográficamente, separados por una casa, una cuadra, una calle, un distrito, una ciudad, un departamento, un país, un continente, un mar.
Y que hago aquí, mirando al cielo, a diez mil kilómetros de tus besos, besando banderas, abriendo fuego, cavando trincheras, y te echo de menos. (Huecco – Mirando al cielo)
No me cansa esperarte, si bien las esperas no son gratas, este tipo de espera no cansa. Quisiera encontrarte, pero no desespero en buscarte. Pero sé muy bien que quiero que seas una princesa, mi princesa. No quiero que sólo seas el personaje protagónico de un cuento de hadas, porque no creo en los cuentos y porque sé que no tendrás zapatos de cristal, ni ratones que sepan coser, ni un bosque encantado, ni enanos que custodien nuestra felicidad. Definitivamente no será necesario que tengas una larga cabellera para hacer una trenza y alcanzar con ella la torre más alta del castillo en el cual te encuentras.
Enredados en tu pelo se quedaron esos versos que te di y tantas cosas que sentí. Y cuando nos despedimos se quedaron, tantas cosas por decir, y es que la vida es así. (Timbalive – Enredado en tu pelo)
También sé que no te conoceré comiendo una manzana (la idea implica la existencia de una malvada bruja, lo cual no es grato, como tampoco lo es la parte del veneno en la manzana, por ambas razones, no) Y no serás una princesa de cuento porque los cuentos tienen finales y las cosas buenas no deberían tener final. No quiero un cuento, porque ahí casi todo es fantasía y el mundo en el que vivo (bueno, en el que vivimos y en el cual espero vivir contigo) no es una fantasía, es una realidad, con el dolor y las lágrimas correspondientes, pero quiero que tenga la mayor cantidad de alegrías y risas posibles. Quisiera vivir y compartir contigo cada una de las cosas buenas y malas que tenga/tengamos que vivir. Digamos que esa es la parte de los cuentos que sí quiero vivir contigo, la "magia" de los cuentos de hadas, si crees en ellos.
And in this crazy life, and through these crazy times, it's you, it's you. You make me sing, you're every line, you're every word, you're everything. (Michael Bublé – Everything)
No habrá enanos que nos acompañen con canciones alegres pero tendremos verdaderos amigos que nos apoyen y a los cuales apoyaremos. No habrá un castillo de piedra enorme, con torres, puentes y dragones. Pero tendremos paredes firmes que nos permitirán enfrentar las peores dificultades. Y quiero construir fosas profundas en las cuales podamos depositar las tristezas que vivamos. Las torres más elevadas las levantaremos sólo para poder ver las cosas más hermosas que el horizonte nos quiera mostrar. Las ciudades bulliciosas reemplazarán a los bosques encantados. La medianoche sólo será un momento más del día. Tú no tendrás que huir, yo no tendré que buscarte.
Encontrarte cuando el sol se oculte allá detrás del cerro y descubrirte con mis besos y entregarte el corazón. (Carlos Vives – Quiero verte sonreír)
No creo en los cuentos de hadas. No creo en las brujas que hay en ellos, porque el mundo real tiene seres que, como las brujas malvadas y los perversos hechiceros de los cuentos, tratarán de hacer cosas malas, sin pociones, sin palabras mágicas. No hay siete enanos. No hay tres cerditos. No hay una niña de caperuza roja, un lobo feroz, una abuelita cegatona o un leñador valiente. No hay sapos a los cuales besar. No hay un muñeco parlante y mentiroso de madera. No hay hermanastras. Créeme que las personas de carne y hueso pueden ser mucho más sorprendentes y complejas que cualquier personaje de cuento, el más fantástico de los relatos puede ser superado por un hecho real.
Que tú no sabes que yo te canto todas las mañanas una cancioncita al oído, te arropo y cierro la ventana, para que tú no sientas frío. (Juan Luis Guerra - Cancioncita de amor)
No quiero vivir contigo cuento de hadas típico. Quiero que formes parte de una realidad, la mía, para formar una nueva: la nuestra. Los cuentos que nos contaron son invenciones. Los cuentos que nos contaron, la mayor parte de ellos, son mentiras. Quiero encontrarte, princesa (pero no de cuento), sólo para vivir la parte del "happily forever after", la única parte verdaderamente atractiva de los cuentos de hadas. Y quiero creer que cuando te encuentre, tú estarás dispuesta a vivir conmigo el "happily forever after" de nuestro "cuento", a ser la princesa de nuestro cuento.
Wouldn't it be nice if we could wake up in the morning when the day is new? And after having spent the day together hold each other close the whole night through. (Beach Boys – Wouldn’t it be nice)
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